Como ya escribí para una «canción» que nunca vio la luz: «Otra vez estoy aquí empezando de nuevo lo que nunca acabé». Tampoco es que fuera una canción de verdad, solo tenía proyectada la imagen de serlo, pero gracias a mi menosprecio nunca la terminé, y lo agradezco de verdad porque seguramente ahora estaría diciéndome que vaya puta basura he creado.
La canción tenía dos acordes si no recuerdo mal, exactamente los que me sabía en aquellos momentos, hace ya cerca de siete u ocho años. La llamé «Mi primera canción indie», con la idea de parecer la creación más hortera y horripilante del mundo, sin querer ser en absoluto pretencioso, todo lo contrario, así, si a la gente no le gustaba, la crítica ya estaba hecha.
Este post no tiene ninguna finalidad solo la de disfrutar un rato escribiendo. Mientras pongo todo esto, no sé si lo publicaré o lo dejaré junto a mis otros quince borradores, aunque ahora son catorce porque he publicado hace unos minutos una especie de «porquesía» que escribí el venticuatro de febrero de este año (2021).
El día de hoy está siendo horroroso, no porque me haya pasado nada malo, pero es que odio que haya nubes y haga calor y encima, no esté lloviendo, y para rematar la faena hace viento. Me gusta cuando hay nubes, hace frío y llueve, incluso no me molestaría el viento, pero nubes, calor y viento me transmiten malestar mental, hacen que mi mente se llene de negatividades, nada nuevo, pero las realza.
Hoy también me acabé (GRACIAS A DIOS) la temporada siete de «American Horror Story» que empecé ayer y no sé por qué he visto hasta el final. Empieza siendo interesante, se vuelve más interesante y por el capítulo seis o siete, estás deseando acabarla porque se vuelve un coñazo. Mi idea es verme todas las temporadas, aunque no pienso ver la de «Hotel» porque me parece infumable desde el primer episodio. Ay, lejos quedaron las temporadas primeras, las insuperables «Asylum» o «Murder House», o las entretenidas «Coven» y «Freak Show» («Roanoke» es la única que se salva por ahora de estas últimas).
Concluyendo, para no alargar mucho más esta mierda y transmitir algo de alegría entre tanta desilusión: disfruten mientras puedan, mañana siempre puede ser peor, pero todo acaba, hasta los males.
Hay un problema laboral del colectivo de controladores aéreos que afecta al 1,2% de la población española (600.000 personas) y casi todos saltáis como energúmenos pidiendo hasta el linchamiento de ese colectivo cuando el día anterior hacen otra reforma del sistema laboral más restrictiva, quitan los 420 euros de ayuda…
Il·lustració de Leonard Beard 
Tobalius 