Domingo con de de de.

Otro domingo más con resaca, algo normal en mi vida. Como de costumbre, en estos momentos, me miento diciéndome, como diría La Fuga: «…bebo más de lo que debería. Los domingos me suelo jurar que cambiaré de vida.» (Canción: P’aquí p’allá). Pero vamos, que ya os digo yo que no, que el próximo sábado o cuando se encarte estaré de nuevo poniéndome tibio y olvidándome por completo de lo mal que sienta una resaca. En fin, yo en mi máximo esplendor con mi afán de tropezar mil veces con la misma piedra y más cuando esa piedra lleva alcohol.

Ahora mismo no sé que más poner. Mientras me duchaba, tenía mejores ideas, lo prometo. Es más mientras resonaban en mi cabeza pensé: ‘hostia, quien lea esta publicación lo va a flipar, ompare, van a llamarme el nuevo Bukowski’. Pero me parece a mi que me seguirán llamando Toba o Cristóbal según el nivel de amistad, confianza o de ira hacia mi persona. Total, me supongo yo, que al secarme con la toalla, me habré borrado el orden de las palabras con las que tenía intención de rellenar esta publicación que yo imaginaba con tanto éxito.

Os quiero, lectores (y como nadie va a leer esto el único lector sería yo mismo y por lo tanto estaría mintiendo).